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lunes, 5 de noviembre de 2012

¿Tu profesión es tu vocación?: Homenaje a mi Madre



En días pasados la Universidad de Sonora llevó a cabo su XXX Muestra Estudiantil de trabajos de alumnos de la carrera de Químicos Biólogos  Desde hace 4 años se le da un realce y se aprovecha la oportunidad para rendir un homenaje a algún maestro de carrera destacada de dicho departamento.

En esta ocasión decidieron las autoridades dedicárselo a mi madre, que duró 41 años como docente y encargada de un laboratorio en dicha institución y se jubiló por temas de salud a finales del año pasado. Fue algo corto, pero emotivo, me dio gusto ver a maestros de toda la vida, amigos de mi mamá en esta ocasión, además de alumnos de varias generaciones. Se hace una introducción protocolaria y se pasa una semblanza editada en video. Me gustó mucho, abarcaron toda su vida, con fotos y bien relatada. Por decisión propia desde que me dijo a inicios de año que harían este homenaje le dije a mi madre que yo quería decir unas palabras. Después de meterlo a la agenda me dijeron que solo tenía unos 4 o 5 minutos, así que el reto era bueno en cuanto a redacción.

Creo que me quedó bien, hubo muchos buenos comentarios a lo que redacte y hablé en esa ocasión, y quisiera compartir con todos mis amigos que no pudieron estar ahí, así que aquí lo pongo:


En ocasión a la XXX Muestra Estudiantil Edición Q.F.B. Eva Irma Véjar Rivera.

Buenos días a todos. Agradezco a todos los involucrados en que esta muestra estudiantil lleve el nombre de mi madre.

Agradezco también esta oportunidad de comentar algo, seré breve.

Me gustaría comenzar con 2 preguntas para su reflexión.

¿Tu profesión (o futura profesión) es tu vocación?

¿Seguirías haciendo lo mismo si, de repente, por herencia o por lotería, te cayesen del cielo diez millones de dólares?

Para el tema de ser maestro universitario esta pregunta es crítica; ¿cuántos maestros lo son realmente por vocación? ¿Y cuántos solo por recibir un sueldo y tener un trabajo?.

En el caso de ambos de mis padres la mayor herencia que me están dando es su amor por lo que hacen. Hoy no hablaré de mi padre del que creo ya se conoce su pasión y amor por la enseñanza, hoy toca el turno a mi madre.

¿Cuántos hijos pueden decir que ambos de sus padres amaban lo que hacían y además hacían sobre un mismo tema? Creo que pocos y por ello me siento afortunado.

Mi mamá fue una de esas iniciadoras de la generación en que ambos padres tenían que trabajar, en parte por necesidad, pero en principalmente por vocación. Nosotros como hijos solo tenemos buenos recuerdos de aquellas épocas, nos mantenían ocupados, y cuando de plano no se podía pues pasábamos las hrs en esta Universidad que más adelante también se convertiría en mi alma mater, a mucho orgullo puedo decir que la Unison fue mi segunda casa. 

Ahora ya veo que hay mucho menos espacio donde jugar, pero creo que es para bien.
La tarea de mi madre se dice sencilla pero sé que no lo fue; el no descuidar la casa, comida, ropa, tareas, de 2 niños algo inquietos, pero que nos dábamos cuenta que todo se hacía con ganas y con gusto, nunca sentimos que faltara nada.

Recuerdo también desde muy chico asistir a conferencias que primero comenzó impartiendo mi padre, pero que con el paso del tiempo y como reto profesional (además de por vocación) mi madre se incorporó y comenzó a dar conferencias junto con mi padre. Sé y me enteré ya de un poco mayor que todo eso lo hacían sin recibir remuneración económica, aunque incluso fueran a dar las conferencias a otras ciudades, no pedían nada, a lo mucho viáticos básicos. 

Les digo con seguridad algo, nunca nada de lo que hicieron para la Universidad fue en realidad para esta, fue para y por ellos, por la satisfacción que les daba.

Algo que he admirado de mi madre es como crea el vínculo con alumnos, como hubo algunos que alcanzaron a reconocer ese amor por la materia en ella. Recuerdo su cubículo con alumnos buscando su asesoría. También desde los comienzos de esta muestra estudiantil la casa y su cubículo lleno de moléculas y formas y estructuras que a mí me gustaba analizar y tocar (a veces sin que se diera cuenta para que no me regañara!); la muestra estudiantil fue siempre algo prioritario en las actividades del semestre en que tocaba, dedicándole todo el tiempo que no estaba dando clases.

En conclusión, se puede resumir que mi madre ejemplifica lo que es un maestro por vocación; ese que mete pasión, e intenta entusiasmar a sus alumnos por la materia que aman, así los alumnos se inquietan por saber más y más sobre los temas y esa es la actitud que como profesionistas se requiere.

He aquí el porqué de lo crítico de las preguntas iniciales, si no son maestros de vocación no podrán transmitir pasión y entusiasmo y así no tendrán influencia sobre sus alumnos. Yo pienso que mas importante que un maestro sepa mucho y tenga “títulos” sobre su materia; es que tenga vocación y sea capaz de transmitir su amor por la materia. Y es por todo esto que agradezco este reconocimiento a una maestra de vocación, mi madre.

Gracias.

José A. Garcilaso Véjar.

1Nov2012

Aquí en la foto mi Mamá, mi hermano, y Yo.