Invictus - película y poema

En estos tiempos de mucha basura al fácil alcance de todos es bello encontrar cosas buenas en los medios. Este fin de semana ví 2 películas que quería ver, una mas por sentido de entretenimiento y la otra en el sentido de inspiración.

Vaya sorpresa, las 2 películas si las ves con los ojos y espíritu adecuados dejan bastante inspiración que es lo que este mundo necesita. Una es "the men who stare at goats" y la otra es "invictus".

De la primera me impresiono el sentido divertido pero a la vez las cosas serias y profundas que se dicen como por ejemplo: "las guerras no se pueden ganar con más guerra!", ciertamente lo único que gana a la guerra es la paz, es decir, el amor vence todo mal, pero nos dá miedo aplicarlo por no vernos débiles o yo que sé. Así como esas frases sencillas hay algunas en esa película.

En invictus pues que decir, el sentido de union, de amor, de perdón hacia lo más increible, hacia el que te hace o hizo daño, el perdón verdadero es algo que se habla mucho en esta película. Nada mejor para inspirar que el propio poema en el que se basa la película, escrito en 1875 por William Ernest Henley desde un hospital, aquí se los dejo, el cierre de este poema está hermoso:

Desde la noche que sobre mi se cierne,
negra como su insondable abismo,
agradezco a los dioses si existen
por mi alma invicta.
Caído en las garras de la circunstancia
nadie me vio llorar ni pestañear.
Bajo los golpes del destino
mi cabeza ensangrentada sigue erguida.
Más allá de este lugar de lágrimas e ira
yacen los horrores de la sombra,
pero la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el camino,
cuán cargada de castigo la sentencia.
Soy el amo de mi destino;
soy el capitán de mi alma